Un tema recurrente en nuestro blog y, generalmente, cuando se habla de oposiciones, es el estrés. De hecho, lo hemos tratado aquí anteriormente; te recomendamos echar un vistazo. Hay unas personas más propensas que otras a padecer estrés y existen situaciones vitales más estresantes que otras. No podemos pretender vivir sin él, pues, como vimos con anterioridad, es necesario cierto grado de estrés. Sin embargo, es necesario generar unas condiciones positivas que nos permitan hacer frente al exceso de estrés que amenaza con desequilibrar nuestro estado.
Sencillos pasos a seguir
En esta entrada vamos a comentarte solo algunos de los pasos que puedes seguir. Al ser un tema extenso, que da para ahondar en él, tendremos que exponer los pasos restantes en otro post. Toma nota:
- El primer paso es tomar el control de ti mismo. ¿Qué quiere decir esto? Nos vemos sometidos a numerosas situaciones, pensamientos y emociones diariamente. Cuando notemos que algo nos está perturbando, debemos detenernos y observar el pensamiento o sentimiento que lo está haciendo. No hay que negar o evitar estos sentimientos; simplemente, es necesario darse cuenta de ellos, tratar de que se vayan como vinieron y, sobre todo, que no motiven la toma de ninguna decisión bajo su influencia. Practica esto habitualmente y conseguirás sentirte dueño de ti mismo. No serás esclavo de pensamientos o emociones generadas por situaciones externas. Esto no implica que dejes de sentir, sino que no te dejes arrastrar por las emociones. Con esta práctica, estarás contribuyendo a una gran reducción de tu estrés.
Foto de energepic.com en Pexels
- Damos un giro radical y el siguiente punto se centra en la hidratación. Sabemos que inicialmente puede resultar chocante o hasta infantil pretender que solo bebiendo agua se evite el estrés. Sin embargo, el estrés genera que nuestro corazón lata más rápidamente y se intensifique nuestra respiración. Por esta razón, el cuerpo necesitas más agua. Sin embargo, al estar estresados olvidamos beber, de modo que la situación empeora. Además, las capacidades de razonamiento del cerebro empeoran cuando este está deshidratado. Por eso, sobran las razones para mantenerse hidratado para evitar el estrés.
- El último paso que recogemos en el post de hoy es el de salir de la rutina. En numerosas ocasiones, cuando una situación complicada se repite frecuentemente, acabamos estresados. Por ejemplo, numerosas responsabilidades familiares y laborales, casi sin un momento para respirar. Si a esto le sumamos las oposiciones, se vuelve más intenso. Para romper con la inercia de la preocupación constante, lo más sencillo es salir de la rutina. La rutina es muy útil en numerosas ocasiones, pero ahora necesitamos romperla cada cierto tiempo para descansar, hacer cosas diferentes y despejar la mente. Para que no suponga un estrés añadido la culpabilidad de no estar haciendo lo habitual, recuerda reservar tiempo libre para descansar y despejarte.
Con estos tres primeros pasos ya puedes ir practicando para poner freno al estrés. Recuerda que muchas veces lo necesitamos, porque nos motiva para hacer cosas necesarias. Pero no puede tomar el control de la situación. Con estos consejos y algunos más que te daremos en otro artículo, no habrá estrés que se te resista.