Oposiciones Correos

La incertidumbre en las oposiciones

Tanto si llevas un tiempo preparando las oposiciones de Correos como si acabas de decidirlo, seguramente sepas que el proceso te llevará un tiempo más o menos largo. Durante todo este tiempo tendrás que mantener tu ánimo en un estado óptimo para poder rendir en tu estudio. Necesitas tener buenos niveles de energía, optimismo y concentración para poder estudiar todo lo necesario y retener los contenidos. Sin embargo, la incertidumbre puede hacer estragos en tu proceso. Debes mantenerla a raya. Sigue leyendo para saber más sobre ella.

Cómo afecta la incertidumbre

Tendemos a pensar que la incertidumbre implica que algo negativo o peligroso nos aguarda. Intentamos controlar todos los factores posibles para que el futuro nos depare lo que esperamos y no haya sobresaltos. Esto implica vivir con miedo a lo que pueda suceder, a no saber enfrentar un imprevisto y a no tener las herramientas necesarias para ello. Desemboca en rigidez, perfeccionismo, control, ansiedad y miedo. Son factores que no te permiten dar lo mejor de ti para estudiar las oposiciones de Correos. Es más, no te permiten vivir de manera relajada, en general.

La incertidumbre nos recuerda constantemente que no tenemos control sobre todos los aspectos de nuestra vida y nuestros planes pueden cambiar. Por eso, algunas personas pueden dejar de esforzarse en el estudio: se rinden porque no pueden controlar todo el proceso, deja de tener sentido esforzarse sin una garantía al 100% de que conseguirán lo que persiguen.

Es un tiempo considerable el que vas a necesitar que tu ansia de controlar tu futuro no haga su aparición, sobre todo si hay otro ámbito de tu vida en el que también experimentes incertidumbre, como pueden ser las relaciones personales o la salud, por ejemplo.

Lo normal ante la incertidumbre es que tu mente se quiera anticipar al futuro y tus pensamientos y tus acciones se van encaminando a ello. Por eso, es habitual que surjan creencias limitantes de tipo catastrófico (enfermaré el día del examen, me quedaré en blanco, etc.).

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Foto de RODNAE Productions en Pexels

Cómo enfrentarte a ella

Existen distintas estrategias que puedes seguir para enfrentarte a la incertidumbre. Antes que nada, es importante que no te fustigues y que aceptes que es normal sentir miedo ante lo desconocido, sobre todo cuando estás esforzándote tanto con tu estudio. Es normal que te sientas como te sientes, no hay nada malo en ti. Pero es tu responsabilidad tomar acción para mejorar este aspecto que te afecta negativamente. Prueba lo siguiente:

  • Ante todo, deberás centrarte en el día a día. Es una tarea complicada, pero si ya tienes hecha tu planificación, sabes que no tienes que pensar en nada más que en lo que te toca hacer hoy. Pensar en otros días, en si te va a dar tiempo o en cómo irá el examen no te aporta nada de utilidad, solo ruido a tu cabeza. No es fácil hacer este cambio, así que debes intentarlo todos los días hasta que te resulte más natural.
  • También deberás aprender a distinguir qué depende de ti y qué no. Por mucho que estudies y tengas poder sobre cómo te esfuerzas en el proceso de estudio, no puedes evitar enfermar, que el examen sea difícil o que quedes fuera de las personas que consiguen plaza. Pero sí que puedes, por ejemplo, trabajar herramientas para mantener la calma y reducir las posibilidades de quedarte en blanco en el examen. Aplica este ejemplo a todo: si no depende de ti, sácalo de tu mente.
  • Revisa tus pensamientos catastróficos: ¿de verdad es posible que pase eso? ¿Hay muchas o pocas posibilidades?
  • Pregúntate: ¿qué es lo peor que puede pasar? Si se cumplieran tus miedos, ¿podrías recuperarte de ello, tendrías herramientas para hacerlo, la vida seguiría teniendo sentido?
  • Practica hacer actividades que no controles completamente. Por ejemplo, en vez de tus actividades habituales como ir al cine con amigos, apúntate a una actividad poco concreta con desconocidos (por ejemplo, taller de cocina, que no sabes bien si será práctico o teórico, fácil o difícil, divertido o aburrido…). O entra a un restaurante que no tienes claro que tipo de comida sirve ni si es caro o barato. A ver qué pasa. Seguro que puedes decidir probar algunos platos y ver que te gustan. O que no pasa nada porque no te hayan gustado. Comer muy barato o muy caro sin dramas. O levantarte de la mesa sin pedir porque la carta es carísima. La realidad es que tienes herramientas para enfrentarte a lo que suceda y con confianza en ti mismo, el miedo se va desvaneciendo.

Como ves, la incertidumbre puede llevarte a una espiral de preocupación que te impida ocuparte realmente de tu presente. Pero también puedes conseguir poco a poco vivir de otro modo. ¡Tú decides!