Oposiciones Correos

La mejor manera de sentarse para estudiar oposiciones (I)

Cuando decidiste que ibas a estudiar las oposiciones de Correos puede que no te detuvieras a pensar en la cantidad de horas que ibas a pasar sentado. Es una consecuencia inevitable y puede pasar factura al cuerpo en general y a la espalda en concreto. Pero ¿qué se puede hacer, si es que hay que estudiar un gran número de horas? Bueno, siempre, hasta en los peores escenarios, hay algún margen de mejora. ¡Y este no es uno de los peores escenarios! Te estás preparando para conseguir un trabajo estable en Correos, lo cual es ilusionante, no lo olvides. Veamos, en cualquier caso, cómo puedes proteger tu cuerpo de este sedentarismo casi inevitable.

Elige bien tu silla

Si tienes la posibilidad de adquirir una silla específica, te recomendamos que te fijes bien en varios aspectos antes de comprarla. Algo tan sencillo como saber elegir te evitará algunos dolores de espalda o incomodidades varias.

Hay sillas muy económicas y podemos vernos tentados por ellas o incluso por usar alguna que tengamos por casa. Revisa si cumplen estas características y, si no las cumplen, intenta adquirir una mejor. Considera que será una inversión, igual que tu temario de las oposiciones.

silla de estudio

Foto de Lisa.fotio en Pexels

Ten presentes estos aspectos:

  • Respaldo: vas a necesitar sentarte en una silla, con su respaldo correspondiente. Un taburete no te permitiría estudiar demasiado rato… Necesitas poder reclinarte, así que comprueba si el respaldo te resulta cómodo. Además, si la silla tiene soporte lumbar, esto te aliviará mucho. Estarás evitando que se te sobrecarguen distintas zonas de la espalda. Además de fijarte en esto si vas a comprar una nueva silla, ten en cuenta que existen unos soportes lumbares que se pueden comprar aparte y añadirlos a una silla que no lo tenga. En algunas otras sillas podemos encontrar una especie de cojín para el cuello, como en la conocida silla Markus de Ikea.
  • Asiento: al sentarte debes notar amortiguación y no un impacto seco. Hay asientos que no son confortables ni cuando la silla está nueva. Revisa que sea firme, que sea ajustable en altura y que la parte delantera tenga una curvatura hacia abajo para que no te la claves y dificulte la circulación de las piernas.
  • ¿Patas o ruedas? Tú decides si necesitas que tenga ruedas o es suficiente con patas normales. Lo importante es que sea como mejor te venga a ti y que sean estables (tanto las patas como las ruedas). En el caso de las ruedas, además, que estas rueden bien y no vayan a trompicones.
  • ¿Reposabrazos sí o no? Debes analizar si un reposabrazos te aporta confort para que tus hombros descansen y se te cargue menos la espalda. Hay personas que se sienten más cómodas así, mientras que otras sienten que son un estorbo.
  • ¿Reposapiés? Esto no lo tienen la mayoría de las sillas. Comprueba si la que te gusta lo tiene y si te vendría bien. No obstante, un reposapiés también se puede comprar aparte.
  • Tapizado adecuado. Tu silla debe estar perfectamente acolchada con un material resistente, dado que en cuanto te sientes unas cuantas semanas, un material de mala calidad podría resentirse. Además, existen sillas tapizadas con tela, con piel natural o sintética o con partes de malla transpirable. ¿Qué es mejor? Dependerá de tus gustos y de la temperatura habitual a la que estudies. Tal vez tener el respaldo de malla transpirable mantenga tu espalda fresca en verano, pero ¿y si quieres mantenerla calentita en invierno? Piensa bien los pros, los contras y tus necesidades.

No olvides, ante todo, elegir una silla que sea regulable en el mayor número de aspectos posibles.

La realidad es que todo esto solo son aspectos a tener en cuenta, pero no podemos saber qué silla puede ser mejor para todo el mundo, ya que cada persona tiene unas necesidades. Con estos consejos, seguro que eliges la silla adecuada para tus jornadas de estudio.