Oposiciones Correos

Oposiciones y ladrones de tiempo

Estás estudiando tu temario de las oposiciones de Correos y, cuando miras el reloj, ves que ha pasado una hora y no has avanzado nada. ¿Te suena? La principal razón por la que esto ocurre son los ladrones de tiempo. Los hay de diverso tipo y pueden afectar a tus principales tareas. Por eso, si quieres aprobar tus oposiciones, es necesario que identifiques cuáles son tus ladrones de tiempo y les hagas frente. Podrían echar al traste todo tu esfuerzo para aprobar y no querrás eso, ¿verdad?

¿Qué es un ladrón de tiempo?

Podemos definirlo como aquella pequeña interrupción que, al atenderla, te distrae, por lo que dejas tu actividad principal durante más tiempo del previsto o te cuesta más concentrarte al volver a ella. En los peores casos, ambas. Tu rendimiento, concentración y productividad se ven seriamente afectados.

En cada ocasión que te detienes para atender a un ladrón de tiempo pierdes el tiempo que le dedicas (que, como decíamos, puede extenderse si te distraes, como cuando atiendes un mensaje y aprovechas para mirar redes sociales) sumado al tiempo de volver a estar concentrado. No solemos prestar atención, pero si sumas todo el tiempo que te roban, comprobarás cómo estás estudiando menos tiempo del que crees.

Tipos de ladrones de tiempo

Podemos clasificarlos en dos tipos, internos y externos.

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Ladrones de tiempo externos

Los ladrones de tiempo externos más frecuentes son estos:

  • Tiempo invertido en paseos por la casa o lugar de estudio. Por ejemplo, paseos a la cocina o a una máquina de bebidas de una sala de estudio. Es normal necesitar levantarse de la silla para descansar, pero debes darte cuenta de cuánto tiempo pasa desde que paras de estudiar hasta que vuelves, porque puede írsete de las manos. Por otra parte, las pequeñas interrupciones en las que realmente solo te levantas a la cocina al frigorífico y vuelves, podrían acabar siendo igual de perjudiciales si se repiten demasiado.
  • Tiempo invertido en charlar con amigos o familiares. Tanto en persona como por teléfono, debes evitar estas charlas durante tu estudio, a no ser que se trate de una urgencia.
  • Tiempo robado por tu smartphone: puede ser una llamada, un mensaje o un vistazo a las redes sociales. Es muy sencillo desconcentrarte e incluso que se desencadenen acciones que haces de manera automática como, al consultar un mensaje de WhatsApp, revisas el correo y tus redes sociales.
  • Tiempo navegando por internet: evita consultar páginas no relacionadas con tu estudio, porque puedes perder horas sin darte cuenta.
  • Tiempo viendo la televisión: podrías verla en un descanso, por ejemplo, a mediodía, pero debes saber parar cuando te toque volver a estudiar. No es recomendable encenderla en descansos cortos.

Ladrones de tiempo internos

Se llaman así porque somos nosotros los que los provocamos con nuestra conducta y la gestión mental de nuestro estudio:

  • Procrastinar es el más común. Dejamos tareas importantes para más tarde, lo que nos causa ansiedad y nos deja con la sensación de que vamos dejando cosas a medias.
  • No saber gestionar el miedo. Algunos miedos, como el miedo a fracasar, pueden causarte un bloqueo.
  • Indecisión ante tus objetivos y prioridades.
  • Dificultad para poner límites. Un plan que te apetece mucho, justo en tu hora de estudio, no debe ser un problema para ti, debes saber decir que no.
  • Sucumbir al perfeccionismo. Lo contemplamos como una virtud, pero la realidad es que puede retrasar o hasta impedir que comiences o finalices tareas.

¿Cómo enfrentarte a los ladrones de tiempo?

Registra diariamente las interrupciones que observes. Anota qué interrupción es, de qué tipo (interna o externa), cuánto tiempo te ha robado, si se ha repetido…

Después, desarrolla una estrategia para combatir dichas interrupciones.

  • Planifica tus tareas diarias. Incluye tu estudio (lo que te corresponde de tu temario cada día) y el tiempo que descansarás. Al ver claramente un tiempo destinado al descanso, te será más fácil retrasar las interrupciones para que tengan lugar en esa franja y no durante el estudio.
  • Evita enfrascarte en varias tareas a la vez.
  • Pon tu teléfono en silencio, con la vibración y las notificaciones desactivadas. Además, sitúalo lejos. No vas a necesitar tu teléfono prácticamente nunca mientras estudias. Pide a tus familiares y amigos que respeten tu horario. Así, si te entra una llamada urgente, sabrás que lo es y podrás atenderla. No es un problema, porque afortunadamente las urgencias no son lo habitual.

El control de los ladrones de tiempo te aportará calma y bienestar en varias facetas de tu vida, no solo en el estudio. ¡Anímate a ponerles freno!