Uno de los aspectos que más inciden en tu productividad y bienestar, además de los consabidos alimentación, descanso, ejercicio y planificación, es la organización del lugar donde estudias. Cómo lo organizas y decoras puede hacer que te sientas en calma o que sientas caos, por ejemplo. Algo tan sencillo de abarcar y con tanto impacto en ti no debe ser dejado al azar. Vamos a ver cómo puedes organizar tu espacio de estudio con el Feng Shui.
¿Qué es el Feng Shui?
Puede que te suene porque hace años que dio el salto a occidente esta técnica china con miles de años de antigüedad. Busca que la energía vital de la persona esté en equilibrio y para ello trata de distribuir, orientar y decorar de manera adecuada las zonas en las que la persona realiza su vida. Puede aplicarse a un hogar, una zona de trabajo o una zona de estudio.
El entorno que te rodea y los objetos que hay en él tienen influencia en ti y puedes hacer que jueguen a tu favor.
El Feng Shui considera como elementos básicos la madera, la tierra, el metal, el fuego y el agua. Además, valora sumamente las formas y colores que se usan.
Cómo usar el Feng Shui en tu espacio de estudio
Con estos consejos, podrás mejorar considerablemente sin apenas esfuerzo el entorno en el que te mueves diariamente.
Distingue los espacios
Es decir, no mezcles la zona en la que estudias con la zona en la que comes o te diviertes o relajas. Si no dispones de gran espacio o distintas habitaciones para ello, trata de valerte de biombos o marcar la delimitación con colores o la distribución. Lo importante es que se note qué zona es para qué.
Organiza tu estudio y despeja tu mesa
Todos tus materiales deben estar ordenados. Esto no solo implica tener la mesa despejada solo con lo imprescindible. También debes saber dónde tienes cada cosa y debes poder encontrar fácilmente lo que necesites.
Cuida la distribución del mobiliario
Según el Feng Shui, lo ideal es que el mobiliario tenga colores naturales de la madera y esté orientado de la siguiente manera: desde tu silla debes poder ver la puerta de la estancia y tras de ti debe haber una pared que no tenga ventanas ni puertas.
Elige bien el color
El blanco es un color que da calma y espaciosidad, pero puedes añadir una pared de un color oscuro que evoque a la naturaleza, como marrones, azules o verdes.
Usa la aromaterapia
Te animamos a que uses ciertos aromas para concentrarte o relajarte, mediante velas, inciensos o aceites aromáticos. Ten en cuenta, además, que debes evitar fumar en el interior y ventilar adecuadamente.
Incorpora plantas a tu estancia
Las plantas nos relajan y evocan la naturaleza. Además, muchas de ellas son purificadoras del aire, como la sansevieria, espatifilum, cinta o ficus benjamina. La primera es, además, de fáciles cuidados. No obstante, siempre puedes empezar por algo muy pequeño y sencillo, como un pequeño cactus, una pequeña planta crasa o un pequeño bambú. También puedes optar por una imagen de plantas.
Cuida la luz de la estancia
Lo fundamental es que tengas una luz apropiada. Si puedes valerte de la luz natural, es lo ideal. En caso de que necesites luz artificial, existen unos flexos muy asequibles que tienen un rango de luz que va desde la cálida a la fría y desde suave hasta intensa. Son perfectos para elegir una luz con la que veas bien sin que te deslumbre o fatigue.
Como ves, todos estos consejos son muy sencillos de llevar a cabo y bastante económicos en general. Ponlos en marcha y aumenta tu bienestar para estudiar.