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Problemas psicológicos comunes en opositores

A estas alturas ya sabemos que aprobar unas oposiciones no es, de ningún modo, un camino de rosas. Con este blog esperamos que vayas aprendiendo a gestionar los momentos difíciles y sacar lo mejor de ti. No obstante, hay diversos problemas que puedes encontrarte y lo mejor es que lo sepas de antemano, para actuar ante ellos.

Cómo afectan psicológicamente las oposiciones

Dedicar gran parte de tu día durante varios meses o años a estudiar puede hacer estragos en cualquier persona, sobre todo si llevas un ritmo muy intenso. Centrarte en las oposiciones puede derivar en obsesión muy fácilmente, y que te alejes de otros aspectos necesarios en la vida como todo aquello que te hace sentir bien, el contacto social, vacaciones, etc. Si bien al principio puede no ser un problema, a la larga, irás perdiendo motivación si no cuidas estos aspectos motivadores.

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Foto de Sofia Alejandra en Pexels

Problemas comunes en opositores

Algunos de ellos ya los hemos tratado con anterioridad en el blog:

  • Ansiedad: la reconocerás por aquellos pensamientos catastróficos sobre el futuro de tu oposición y sensaciones de opresión, ahogo y nerviosismo. Inicialmente, un poco de estrés nos empuja a trabajar por lo que deseamos conseguir, pero en exceso vas a conseguir quedarte paralizado con todos estos síntomas negativos que hemos descrito.
  • Problemas para concentrarte y mantener la atención: estos tendrán como consecuencia que tu esfuerzo no obtenga los resultados que esperabas.
  • Fatiga mental: al someterte a gran presión y no permitirte desconectar, llegará un momento en que estarás agotado mentalmente y no darás más de ti.
  • Ánimo bajo: te cuesta encontrarle sentido a las cosas que antes disfrutabas y no sabes cómo animarte diariamente, al verte atrapado en una rutina asfixiante.
  • Problemas para dormir: en ocasiones, se trata de problemas para conciliar el sueño y, en otros casos, hay numerosos despertares, lo que te dificulta el descanso y el estudio.
  • Diferentes somatizaciones: tal vez no encuentres el origen evidente, pero todo el malestar que experimentas se materializa físicamente en agotamiento en general, dolores en diferentes zonas del cuerpo, pérdida de cabello, molestias digestivas, tics nerviosos, afecciones de la piel…
  • Cambios de humor: experimentas irritabilidad y cambios en tu estado de ánimo, con subidas y bajadas de motivación y de energía.
  • Soledad: tu aislamiento social acaba consolidándose después de un tiempo centrado solo en estudiar. Puede que dejes de encontrarle sentido a interaccionar con otras personas.
  • Culpabilidad: aparece de manera recurrente en los momentos en que no estudias, aun cuando se trate de un momento en el que necesitas descansar y así estaba recogido en tu planificación.
  • Problemas de autoestima: la inseguridad ante si tu esfuerzo será suficiente acaba dañando la autoestima y haciéndote sentir que no vales lo bastante.
  • Miedo a la incertidumbre que desemboca en un control excesivo.

Como has podido comprobar, muchos de estos problemas los hemos tratado en el pasado, aunque otros los comentamos por primera vez. La realidad es que pueden acumularse y hacerse más grandes hasta que llegue el momento de que no puedas enfrentarte a tu día a día.

Te recomendamos que vayas analizando tu evolución y no dejes que estos problemas campen a sus anchas. Si necesitas ayuda psicológica, es importante que des el paso, pues es una herramienta más para conseguir tu objetivo como opositor.