Los que ya han pasado por un examen de oposiciones conocen los nervios, el bloqueo mental o el miedo que se puede sentir. También saben si hacer repasos intensos la noche anterior les ayuda o les hace dormir peor, etc.
La experiencia de haber pasado por un examen al menos una vez, te permite que la siguiente vez estés más calmado. Sin embargo, no es necesario hacer un examen oficial y suspender para estar más calmado en el siguiente. Un simulacro de examen puede ayudarte y mucho. Algunas personas piensan que es perder el tiempo que necesitan para estudiar. Esto depende de cada persona y del tiempo de que dispongas, pero te aseguramos que te aportará más de lo que esperas.
¿Qué puedes conseguir con un simulacro?
Algunas personas confunden los simulacros con otros tipos de repaso y no ven necesario añadir más repasos. Esto sucede, sobre todo, en casos en los que se va justo de tiempo para estudiar todo el temario. Sin embargo, es recomendable que hagas todo lo posible por probarlos y ahora verás por qué.
Al hacer un simulacro puedes conocer qué nota sacarías en caso de hacer hoy el examen, pero sin contar con los nervios reales de ir a hacer el examen oficial. Con esto puedes situarte un poco, conocer tus errores, tus fortalezas y flaquezas en el temario, etc. Además, te permite conocer la clase de examen que harás: cómo se estructura, qué tipo de preguntas encontrarás, de qué tiempo dispones…
Ten en cuenta que la primera vez que una persona hace una prueba a la que nunca se ha enfrentado es muy habitual tener más dudas y tardar demasiado en decidir entre respuestas tipo test, por ejemplo. Al hacer un simulacro te pondrás a prueba y podrás pulir estas indecisiones y mejorar tu gestión del tiempo para que te dé tiempo a contestar a todo.
¿Cómo hacerlos?
Dispones de simulacros en nuestra web y te serán de gran utilidad, pero debes considerar más elementos. No debes comenzar a hacer simulacros sin haber estudiado previamente el temario, ya que no sabrás responder numerosas preguntas, te desanimarás por ello y, en este caso, estarías perdiendo tu tiempo sin obtener beneficios a cambio.
Cuando hayas adquirido conocimientos sobre el temario, es un buen momento para dedicarte a ello. Reserva un tiempo para ello y realiza el simulacro completo, es decir, recuerda llevar bolígrafos, tu identificación, una botella de agua… Además, es recomendable que vistas ropa parecida a la que te pondrás el día del examen (en términos de comodidad), lo que te permitirá saber si es la adecuada para estar cómodo todo el tiempo que dure el examen.
Dedica al simulacro el tiempo que te van a dar en el examen oficial y detente cuando este acabe, hayas terminado o no. De este modo, podrás ver lo que debes mejorar y lo que ya llevas bien en cuanto a gestión del tiempo y conocimientos.
Tras la prueba, sabes cómo es el examen y cómo te sientes al realizarlo. Poco a poco, haciendo simulacros periódicamente, irás controlando los nervios y mejorando tus puntos débiles.
Como ves, si sigues nuestras indicaciones, hacer simulacros ¡te puede beneficiar mucho!