Oposiciones Correos

Stop procrastinación. ¡Que nada pare tu estudio!

Si te decimos que la procrastinación es uno de tus mayores enemigos como opositor, ¿estás de acuerdo, en desacuerdo o no sabes de qué te hablamos? En este artículo vamos a hablar en detalle de este gran obstáculo, así que te invitamos a que sigas leyendo, ¡quédate con nosotros!

Procas… ¿qué?

Mucha gente ya conoce desde hace tiempo el término procrastinación, generalmente porque son procrastinadores y al encontrar una palabra para ello, la han memorizado. Si no es tu caso, no te preocupes, te contamos qué es.

La procrastinación es una palabra que hemos adaptado del inglés, pero ya teníamos una palabra para ello: postergación. Procrastinar es, ni más ni menos, que dejar algo para más tarde, se entiende que sin que haya una razón de peso para ello.

Generalmente, tratamos de evitar algo a lo que nos sentimos obligados y que nos beneficiará o, al menos, evitará que suceda algo que no queremos. Sin embargo, en lugar de hacerlo, nos evadimos con las redes sociales, la televisión, los mensajes de WhatsApp o de email. Por supuesto, de esto no obtenemos ningún beneficio más que un alivio momentáneo. Por esa razón, hay que ponerle remedio. No estamos hablando de dejar de estudiar un rato para irte a hacer deporte, porque, al menos, obtienes un beneficio de esto. Esperamos que quede clara la diferencia.

Como nuestra mente trata de evitar a toda costa aquello que le causa dolor, molestia o incomodidad, la tendencia es a elegir siempre una actividad placentera antes que nuestras obligaciones. Sin embargo, ese mecanismo de nuestra mente que nos sirve, efectivamente, para evitar sentir dolor o incomodidad en muchas situaciones que realmente nos hacen daño, se pone en funcionamiento igualmente ante situaciones que, aunque incómodas, nos traen resultados positivos.

Además de que es un mecanismo que forma parte de nuestro cerebro, de adultos llevamos muchos años repitiéndolo, por lo que lo hemos fortalecido como hábito.

postergar

Cómo combatir la procrastinación

Lo principal que debes hacer es tomar conciencia del hecho de que procrastinas. Hay que ser realista y aceptar lo que sucede. Posteriormente, tienes que prestar mucha atención a esos momentos en que ya sabes que sueles procrastinar (¡porque se ha convertido en un hábito!). Cuando llegue el momento en que estás a punto de, por ejemplo, coger el móvil para mirar las redes sociales “solo unos minutos” antes de empezar a estudiar, debes parar al darte cuenta y no hacer nada. Espera a ver qué pasa.

Tal vez esto te sonará raro, pero es muy efectivo simplemente parar. No empiezas a estudiar, vale, pero tampoco saltas a esa otra actividad, de modo que estarás empezando a romper con el círculo vicioso de la postergación en el que una actividad te genera incomodidad, eliges otra que te genera placer (por haber evitado la incomodidad) y has clasificado una actividad como negativa y otra como positiva en tu mente.

Te ayudará también elegir las actividades que más frecuentemente postergas (en este caso, estudiar) y, en tu diálogo interno, catalogarlas como importantes y positivas para ti. Además, eliges hacerlas, no “tienes que” hacerlas, por lo que te estás diciendo a ti mismo que tienes el poder de elegir hacer lo que quieras, pero eliges hacer lo que sabes que será positivo para ti.

Como ves, es un trabajo muy sencillo de llevar a cabo, pero que lleva su tiempo para que se noten los efectos. ¡Empieza hoy mismo a ponerlo en práctica y consigue tus objetivos!