Oposiciones Correos

Tu éxito en la oposición depende de ti

Las personas somos seres sociales y no estamos aislados en el mundo, ajenos a la influencia de los demás. Sin embargo, tampoco podemos, basándonos en esa influencia, poner en los demás responsabilidades que son nuestras. Es fácil caer en la tentación de culpar a otros de ciertos problemas que suframos, pero ni es justo ni nos ayuda en nada. Esto aplica especialmente en la preparación de oposiciones.

No estás solo… ¿o sí?

Al prepararte las oposiciones de Correos puede que cuentes con ciertos apoyos: este blog, con nuestros consejos, tu familia, algunos amigos, ciertos opositores en redes sociales o en persona, el tutor del curso online que ofrecemos… Es importante contar con estos apoyos y saber cuáles tienes y cuándo y hasta dónde puedes contar con ellos. Sin embargo, el protagonista eres tú y eres el responsable, en última instancia, de lo que hagas con tu tiempo y tus capacidades.

Tu responsabilidad frente a las excusas

Al final, la responsabilidad de todo esto es tuya. Esto es algo duro de aceptar, pero es así. Es parte de todo el proceso transformador que supone prepararse unas oposiciones. ¿Te comprometes a darlo todo sin poner excusas?

Debes conocerte en profundidad, y descubrir cuándo te estás esforzando y cuándo estás tratando de engañarte con excusas. Piensa en si te suena algo de lo siguiente:

  • Mi familia no me apoya: puede ser que no te apoye tu familia, en cuyo caso tendrás que aceptar que no tienen la obligación de hacerlo y tú debes luchar por lo que deseas (es probable que te duela y que te haga reflexionar y tomar algunas decisiones). También puede ser que sí te apoyen, pero no como tú quieres. ¿Estás siendo realista o exigiendo que te traten como a un ser especial que necesita muchas atenciones?
  • No tengo bastante tiempo: esto es algo relativo. Cada opositor tiene unas circunstancias y está claro que, a más tiempo, en principio, más posibilidades para estudiar. Sin embargo, ya sabemos de sobra que lo que realmente importa es la organización y la productividad. Tener mucho tiempo no asegura un aprobado igual que tener poco tiempo no asegura un suspenso.
  • El temario estaba equivocado: esto puede ser verdad si has estudiado con un temario de baja calidad, pero si has estudiado con un temario actualizado y completo, lo más probable es que te hayas equivocado tú. Aceptar nuestros errores es lo mejor que podemos hacer siempre. Es lo que nos permite avanzar hacia nuestros objetivos.
  • No tengo buena memoria: aquí debes hablarte con honestidad. ¿De verdad no tienes buena memoria? ¿Puede ser que hayas tenido distracciones durante el estudio? ¿Has trabajado para fortalecer tu memoria? Porque hasta que no te has esforzado por trabajar en tu memoria no es buena idea que te rindas y des excusas sobre ello. Puedes mejorar, siempre.
  • No tengo un buen sitio para estudiar: siempre hay un buen sitio. Si no es en tu hogar, será en una biblioteca, en una sala de estudio, en casa de un familiar o amigo, en una plaza o parque que suele estar desierto, en la cafetería más tranquila de tu localidad en su horario de menos afluencia (aunque tendrás que consumir lo suficiente para que no seas un inconveniente en el local; por ello, quizá esta sea la menos recomendable). Es decir, sabemos cuál es el lugar en el que preferiríamos estudiar y bajo qué condiciones, pero siempre hay al menos UNA alternativa.

Las excusas pueden ser muchísimas, no podemos enumerar todas las que se le pueden ocurrir a un opositor que no asume su responsabilidad. Te animamos a que desmontes todas las excusas y culpas que vayas repartiendo a tu alrededor. ¿Qué puedes hacer tú hoy con los recursos de los que dispones?